En 1935 una veintena de amigos amantes de la música medieval, fundaron una agrupación privada llamada “Ars Musicae”. Parte de los componentes fueron: María Capdevila, Mercè Llatas, Graciano Tarragó, concertista, compositor y profesor del Conservatorio Superior de Música del Liceo, Manuel Martí, escultor, Josep Mª Lamaña, ingeniero, el doctor Santiago Alcover, rector de la Universidad, el doctor Alfredo Rocha, director del Hospital de San Pablo y Otto Schwarz.
Tocaban por pura vocación, no tenían ninguna subvención oficial, se nutrían exclusivamente de las generosas aportaciones de sus socios, simpatizantes y colaboradores. Les gustaba recrear obras poco divulgadas de los siglos XII al XVIII y no fue para ellos tarea fácil obtener repertorios de dichas obras. Les ayudó mucho el gran musicógrafo, mossèn Higinio Anglés, entonces director de la sección de Música de la Biblioteca de Central, también del Instituto Español de Musicología y del Instituto de Música Sacra en Roma.
El Grupo
Para conseguirlos instrumentos de cada época, tuvieron que investigar en catálogos e iconografías de los principales museos europeos, después de obtener los planos y finalmente buscar constructores expertos, lo cual era muy difícil. Por suerte, en el Palacio Dalmases de la calle Montcada, (siglo XII) existe una capilla gótica cuya bóveda de piedra está profusamente decorada con ángeles músicos . Se supone que tal vez fue realizado por el entonces por el famosos escultor del siglo XV Antonio Claperós o Clapós. Su magnífico contenido organográfico, fue un buen documento para el estudio sobre instrumentos medievales de uso corriente en aquel tiempo, es decir, hacia final de la dinastía catalano-aragonesa.
Los allí representados, son fieles reproducciones de los de la época de Juan I (1383-1396) y su hermano Martín el Humano (1396-1410) y por la manera de ser sostenidos y por la posición de las manos y de los dedos, puede verse claramente del modo como eran empleados. Imaginamos que el artista que realizó esta capilla debía tener a la vista los instrumentos verdaderos, porque por la misma perfección del trabajo, puede observarse hasta el más mínimo detalle , por ejemplo, la diferente posición de la boca respecto al instrumento al “cornar” una flauta, una chirimía o una trompeta.
La Bóveda de la capilla
Gracias al magnifico contenido organográfico de este techo, se pudo realizar un pequeño estudio sobre los instrumentos medievales. Luego el director del grupo, José M.ª Lamaña los diseñó. Algunos de los instrumentos de cuerda, se realizaron en el taller de Ignacio Fleta continuador con sus hijos de la gran tradición de nuestros violeros artesanos. Manuel Martí Cabrer, además de tocar varios instrumentos, colaboró esculpiendo unas cabezas para algunos de ellos.
Par-dessus de viola
Cabeza de joven
Violone
Cabeza de león
Museo de la Música de Barcelona.1.940
Esta agrupación siempre actuaba en privado, pero a título excepcional, dieron conciertos en público en Barcelona en abril de 1936, en el Congreso Internacional de Musicología en Sevilla en el Real Alcazar y en Madrid, dieron dos conciertos 3n 1944, al celebrarse la Asamblea Nacional de lo Conservatorios de música de España. Las obras eran de música hispánica, francesa, alemana, italiana, inglesa y de otros países, un total de 103 autores y con el estudio biográfico y analítico de su producción. Mas adelante el grupo amplió su repertorio con nuevas obras, especialmente españolas de la Edad Media y de época imperial.
Las obras las tocaban con instrumentos antiguos: calvicémbalo,clavicordio, espineta, calviórgano, flautas dulces, violas de los siglos XIV y XV, violas de gamba, de amor y contrabajo de gamba. Dispusieron de más de medio centenar,todos correspondientes a la época, (del siglo XII al XVIII). El más antiguo quizás sea la pequeña fídula o vihuela de arco del siglo XII.
Al disolverse el grupo, todos ellos se conservan en el Museo de la Música de Barcelona.
Concierto en un teatro de Barcelona
Concierto en la Biblioteca
«Ars Musicae» y Victória de los Ángeles
Este grupo se ocupó de la formación artística de Victoria de los Ángeles, así como un Patronato constituido por amigos, que tuvieron una clara visión de sus cualidades excepcionales y gran fe en su carrera internacional. Cuando en verano de 1942 finalizó sus estudios de canto, no hizo otra cosa que no fuera el cultivo de la música y de las lenguas, el conocimiento de las cuales, le permitió cantar en todos los idiomas.
Hasta 1944, Victoria de los Ángeles, mantuvo siempre en secreto su voz y no se presentó a ningún concierto ni audición. Antes de su debut público, cuando aún no tenía veinte años, actuaba con ellos en conciertos privados cantando, ero cuando eran en público , lo hacía tocando la flauta dulce. En 1944, lo hizo particularmente en una de las aulas del Real Conservatorio de Madrid, asistieron muchas personalidades del mundo musical y se quedaron entusiasmados ante la voz, la musicalidad y el arte inigualable de la cantante.
Concierto con el Grupo
El trato que el grupo dispensó a Victoria y la influencia que proyectó en su formación, fueron muy importantes. En reconocimiento de su gratitud, ella misma quiso tener a su lado a este grupo en en memorable concierto del “Edimburg International Festival” en agosto de 1960, en el que la artista contó un magnifico repertorio de música antigua, acompañada de sus antiguos compañeros de “ Ars Musicae”. Con este grupo conoció a los grandes músicos ignorados, de la época de los Reyes Católicos: Cornago, Ureda, Peñalosa, Anchieta y las figuras musicales de los reinados de Carlos V y Felipe II: Valderrábano, Milán, Daza, Narvaez, Ortiz, Aguilera de Heredia…
Sumergida en este ambiente de una auténtica aristocracia artística, Victoria sintió crecer más la profunda musicalidad que siempre había llevado dentro. Se acercaba la hora impuesta por el Patronato, porque sabía que todo lo hacían para favorecer su arte y ella confiaba firmemente en ellos. Creo que es importante e interesante, dar a conocer la influencia que el grupo de “Ars Musicae” tuvo en la carrera artística de Victoria de los Ángeles.